Trekking Aconcagua

Consejos prácticos para realizar trekking

 

 

 
 


Cómo evaluar y gestionar el riesgo en la montaña 

¿QUÉ DEBO VALORAR ANTES DE HACER LA ACTIVIDAD?

1. Considerar la experiencia que tienes tanto tú, como el resto de los miembros del grupo. Analiza especialmente vuestros conocimientos en el manejo de plano, brújula, GPS y de orientación.

2. Valorar la forma física, psíquica y técnica de cada uno. Piensa siempre en el menos preparado, en el que está pasando un momento delicado personalmente y valorar cuánto tiempo total de ejercicio estáis dispuestos a realizar. Se debe tener en cuenta las características del terreno en el que nos vamos a mover: pendientes, desniveles, sendas…

3. Decidir el objetivo teniendo claro qué beneficios esperamos conseguir, así como el esfuerzo y dificultad que nos puede suponer. Todo ello se basa en una buena planificación. Hazte esta pregunta antes de decidir hacer la actividad: ¿Tengo un buen conocimiento de los peligros y riesgos que va a conllevar? Estudia la ruta y los itinerarios, sus puntos críticos, posibles rutas alternativas y de escape, controla los horarios…

4. Comprobar las condiciones meteorológicas: contrasta diferentes partes meteorológicos y en invierno lee el Boletín de Peligro de Aludes en su totalidad.

5. Comunicar tus intenciones: ¿Sabe alguien cuáles son tus planes?

6. Estudiar los aspectos legislativos. Imagina que visitas un Parque Nacional, ¿conoces las regulaciones del lugar que vas a visitar?

7. Preparar el equipo. ¿Tienes todo el equipo necesario? Selecciona el material, compruébalo y ajústalo.


HA LLEGADO EL DÍAEstamos preparados y vamos a realizar la actividad. Es el día “D”. Este día deberemos comenzar a reunir información y a contrastarla tan pronto como nos levantemos de la cama. Echa un vistazo afuera. ¿Qué tiempo hace? ¿Qué tiempo crees que te vas a encontrar en la montaña? ¿Hace viento? ¿Ha nevado? ¿Se está cumpliendo la predicción para el sitio en el que te encuentras? Toda esta información te ayudará en tu valoración inicial.

- Comprueba los últimos partes meteorológicos antes de salir.

- Mientras te acercas a tu zona de actividad intenta extraer el máximo de información del medio. Comprueba el tiempo que hace, la temperatura y el viento. Si ha nevado intenta averiguar cuánta cantidad de nieve ha caído y cómo se ha distribuido. Mira las cimas que te rodean, observa si hay viento en altura, y de qué dirección sopla el viento. ¿En qué laderas de sotavento se está depositando la nieve?

- Piensa que en la montaña existen verdaderos microclimas y que los vientos se canalizan en función de la orografía del terreno y las características de cada valle.

- Intenta detectar avalanchas recientes. Cuidado… porque éste es uno de los signos principales de inestabilidad. ¿En qué orientación se han producido? ¿A qué altura?


VAMOS A INICIAR LA ACTIVIDAD

Una vez que hemos llegado al punto inicial, y antes de comenzar nuestro recorrido, es el momento de considerar otros puntos importantes:1. Comprobar que el equipo que hemos traído es el que corresponde con las condiciones reales que nos hemos encontrado.

2. Comprobar que TODO el mundo tiene TODO el equipo necesario.

3. Ajustar el equipo y controlar su operatividad. Es el momento de comprobar los ARVAs, que el equipo está bien colocado, que no hay material roto e inservible…

4. Comprobar que se cumple el horario previsto.

5. Comentar todos juntos la actividad que vamos a seguir y el plan que pretendemos realizar. Recuerda que siempre deberás estar abiertos a considerar otras alternativas, si las condiciones o los imprevistos lo exigen.

6. Dar una charla de Seguridad los responsables de grupos organizados.

7. Recordar y practicar, si es factible, las técnicas básicas de seguridad, como por ejemplo, autodetenciones.COMENZAMOS LA ACTIVIDADActividad y activo tienen la misma raíz… Debemos ser espíritus activos, estar siempre alerta y tratar de recabar información continuamente de nuestro entorno:1. Comprueba constantemente que sigues el itinerario correcto.

2. Toma puntos de referencia para la vuelta.

3. Controla los horarios.

4. Evalúa las condiciones meteorológicas.

5. Regula tus fuerzas y vigila las de los demás.

6. Haz los descansos necesarios.

7. Presta atención a la hidratación y a la alimentación.

8. Abrígate o aligérate de capas de ropa según sean las condiciones. Evita la sudoración excesiva y la pérdida innecesaria de calor.

9. Atención a los animales y a la posible caída de piedras.¡DEBEMOS ESTAR PREPARADOS PARA LO PEOR!Son muy diferentes las situaciones imprevistas que pueden surgirnos en nuestra actividad, y que en su caso pueden conducirnos a las distintas situaciones de emergencia que nos podemos encontrar:1. Cambios meteorológicos repentinos e imprevistos

2. Una equivocación en la valoración de las condiciones

3. Un cambio de actividad o de itinerario

4. Un extravío de la ruta

5. Una pérdida de un miembro del grupo

6. Un mal cálculo horario

7. La caída de la noche y un vivac imprevisto

8. Una mala elección del material o la pérdida de material indispensable

9. Una falta de entrenamiento y el agotamiento

10. Una mala alimentación e hidratación

11. Tensiones y problemas dentro del grupo

12. Una enfermedad

13. Un accidente

14. Un alud

15. Un incendio


Cómo evaluar y gestionar el riesgo en la montaña TOMA TUS PROPIAS DECISIONES 

El hecho de que alguien haya trazado una huella con anterioridad o que se mueva por determinado sitio no quiere decir que vaya con más seguridad. No bases tus decisiones en meras “suposiciones”. Reúne tus propios datos propios con objetividad y toma tus decisiones en base a ellos. No tengas miedo a compartir tu opinión con la de los demás. Todas las opiniones son valiosas.Todas las decisiones tienen su importancia en función de cada momento.1. Las paradas para poner o quitar material técnico, en especial los crampones, las cuchillas en los esquís… Hazlo en sitios cómodos y antes de afrontar los sitios arriesgados.

2. Los altos para descansar. Busca sitios seguros y que no sean expuestos.

3. Renuncia, cambia la ruta o modificaca los objetivos.Uno de los mayores peligros es olvidarse de cuál es el verdadero objetivo. El estar excesivamente concentrado en el objetivo intermedio nos puede hacer olvidar el OBJETIVO FINAL e ignorar señales claras de advertencia. Recuerda que hay que reevaluar constantemente y adaptarse a la situación. Y en caso de duda… date la vuelta.EVALÚA, EVALÚA Y EVALÚA…- En terreno nevado esfuérzate en "sentir" las capas de nieve sobre las que te estás desplazando. Busca indicios de inestabilidad. Si se abren grietas o escuchas un sonido “bump” sordo, la nieve te está advirtiendo de su inestabilidad. No hagas caso omiso y da la vuelta.- Realiza tests para comprobar la estabilidad. Y no te conformes sólo con uno. Hay que valorar diferentes orientaciones, altitudes, pendientes y exposiciones… ¡Vigila los cambios bruscos de temperatura! Un rápido aumento de calor, nuevas precipitaciones, vientos fuertes… son fenómenos que pueden alterar significativamente la estabilidad de la nieve.- Analiza, no sólo el terreno que pisas, sino el que tienes por debajo y por encima. ¿Hay cornisas en las zonas altas? ¿Qué puede pasar si se rompen? Recuerda que ante una zona expuesta sólo debemos exponernos de uno en uno y el resto debemos estar preparados por si fuera necesario ayudar. - ¿Qué sucedería si tuviera un resbalón en esta zona? ¿Podría detenerme? ¿Hay rocas o precipicios importantes? Una cuerda pequeña no debería faltar nunca en nuestro equipo. Vigila la gente que tienes por encima y por debajo.- Si vas a seguir el mismo itinerario de vuelta… inspecciona el terreno por el que descenderás.


 

 Según estos datos podremos planificar más adecuadamente la hora a la tenemos que salir para prevenir el anochecer. También es importante planificar la ruta según nuestras condiciones físicas: si eres una persona que no está acostumbrada a las rutas de montaña lo más pertinente es empezar por rutas más asequibles, es decir, menos duConsejos Técnica

Cómo evaluar y gestionar el riesgo en la montaña




Cómo evaluar y gestionar el riesgo en la montaña 

¿QUÉ DEBO VALORAR ANTES DE HACER LA ACTIVIDAD?

1. Considerar la experiencia que tienes tanto tú, como el resto de los miembros del grupo. Analiza especialmente vuestros conocimientos en el manejo de plano, brújula, GPS y de orientación.

2. Valorar la forma física, psíquica y técnica de cada uno. Piensa siempre en el menos preparado, en el que está pasando un momento delicado personalmente y valorar cuánto tiempo total de ejercicio estáis dispuestos a realizar. Se debe tener en cuenta las características del terreno en el que nos vamos a mover: pendientes, desniveles, sendas…

3. Decidir el objetivo teniendo claro qué beneficios esperamos conseguir, así como el esfuerzo y dificultad que nos puede suponer. Todo ello se basa en una buena planificación. Hazte esta pregunta antes de decidir hacer la actividad: ¿Tengo un buen conocimiento de los peligros y riesgos que va a conllevar? Estudia la ruta y los itinerarios, sus puntos críticos, posibles rutas alternativas y de escape, controla los horarios…

4. Comprobar las condiciones meteorológicas: contrasta diferentes partes meteorológicos y en invierno lee el Boletín de Peligro de Aludes en su totalidad.

5. Comunicar tus intenciones: ¿Sabe alguien cuáles son tus planes?

6. Estudiar los aspectos legislativos. Imagina que visitas un Parque Nacional, ¿conoces las regulaciones del lugar que vas a visitar?

7. Preparar el equipo. ¿Tienes todo el equipo necesario? Selecciona el material, compruébalo y ajústalo.


HA LLEGADO EL DÍAEstamos preparados y vamos a realizar la actividad. Es el día “D”. Este día deberemos comenzar a reunir información y a contrastarla tan pronto como nos levantemos de la cama. Echa un vistazo afuera. ¿Qué tiempo hace? ¿Qué tiempo crees que te vas a encontrar en la montaña? ¿Hace viento? ¿Ha nevado? ¿Se está cumpliendo la predicción para el sitio en el que te encuentras? Toda esta información te ayudará en tu valoración inicial.

- Comprueba los últimos partes meteorológicos antes de salir.

- Mientras te acercas a tu zona de actividad intenta extraer el máximo de información del medio. Comprueba el tiempo que hace, la temperatura y el viento. Si ha nevado intenta averiguar cuánta cantidad de nieve ha caído y cómo se ha distribuido. Mira las cimas que te rodean, observa si hay viento en altura, y de qué dirección sopla el viento. ¿En qué laderas de sotavento se está depositando la nieve?

- Piensa que en la montaña existen verdaderos microclimas y que los vientos se canalizan en función de la orografía del terreno y las características de cada valle.

- Intenta detectar avalanchas recientes. Cuidado… porque éste es uno de los signos principales de inestabilidad. ¿En qué orientación se han producido? ¿A qué altura?


VAMOS A INICIAR LA ACTIVIDAD

Una vez que hemos llegado al punto inicial, y antes de comenzar nuestro recorrido, es el momento de considerar otros puntos importantes:1. Comprobar que el equipo que hemos traído es el que corresponde con las condiciones reales que nos hemos encontrado.

2. Comprobar que TODO el mundo tiene TODO el equipo necesario.

3. Ajustar el equipo y controlar su operatividad. Es el momento de comprobar los ARVAs, que el equipo está bien colocado, que no hay material roto e inservible…

4. Comprobar que se cumple el horario previsto.

5. Comentar todos juntos la actividad que vamos a seguir y el plan que pretendemos realizar. Recuerda que siempre deberás estar abiertos a considerar otras alternativas, si las condiciones o los imprevistos lo exigen.

6. Dar una charla de Seguridad los responsables de grupos organizados.

7. Recordar y practicar, si es factible, las técnicas básicas de seguridad, como por ejemplo, autodetenciones.COMENZAMOS LA ACTIVIDADActividad y activo tienen la misma raíz… Debemos ser espíritus activos, estar siempre alerta y tratar de recabar información continuamente de nuestro entorno:1. Comprueba constantemente que sigues el itinerario correcto.

2. Toma puntos de referencia para la vuelta.

3. Controla los horarios.

4. Evalúa las condiciones meteorológicas.

5. Regula tus fuerzas y vigila las de los demás.

6. Haz los descansos necesarios.

7. Presta atención a la hidratación y a la alimentación.

8. Abrígate o aligérate de capas de ropa según sean las condiciones. Evita la sudoración excesiva y la pérdida innecesaria de calor.

9. Atención a los animales y a la posible caída de piedras.¡DEBEMOS ESTAR PREPARADOS PARA LO PEOR!Son muy diferentes las situaciones imprevistas que pueden surgirnos en nuestra actividad, y que en su caso pueden conducirnos a las distintas situaciones de emergencia que nos podemos encontrar:1. Cambios meteorológicos repentinos e imprevistos

2. Una equivocación en la valoración de las condiciones

3. Un cambio de actividad o de itinerario

4. Un extravío de la ruta

5. Una pérdida de un miembro del grupo

6. Un mal cálculo horario

7. La caída de la noche y un vivac imprevisto

8. Una mala elección del material o la pérdida de material indispensable

9. Una falta de entrenamiento y el agotamiento

10. Una mala alimentación e hidratación

11. Tensiones y problemas dentro del grupo

12. Una enfermedad

13. Un accidente

14. Un alud

15. Un incendio


Cómo evaluar y gestionar el riesgo en la montaña TOMA TUS PROPIAS DECISIONES 

El hecho de que alguien haya trazado una huella con anterioridad o que se mueva por determinado sitio no quiere decir que vaya con más seguridad. No bases tus decisiones en meras “suposiciones”. Reúne tus propios datos propios con objetividad y toma tus decisiones en base a ellos. No tengas miedo a compartir tu opinión con la de los demás. Todas las opiniones son valiosas.Todas las decisiones tienen su importancia en función de cada momento.1. Las paradas para poner o quitar material técnico, en especial los crampones, las cuchillas en los esquís… Hazlo en sitios cómodos y antes de afrontar los sitios arriesgados.

2. Los altos para descansar. Busca sitios seguros y que no sean expuestos.

3. Renuncia, cambia la ruta o modificaca los objetivos.Uno de los mayores peligros es olvidarse de cuál es el verdadero objetivo. El estar excesivamente concentrado en el objetivo intermedio nos puede hacer olvidar el OBJETIVO FINAL e ignorar señales claras de advertencia. Recuerda que hay que reevaluar constantemente y adaptarse a la situación. Y en caso de duda… date la vuelta.EVALÚA, EVALÚA Y EVALÚA…- En terreno nevado esfuérzate en "sentir" las capas de nieve sobre las que te estás desplazando. Busca indicios de inestabilidad. Si se abren grietas o escuchas un sonido “bump” sordo, la nieve te está advirtiendo de su inestabilidad. No hagas caso omiso y da la vuelta.- Realiza tests para comprobar la estabilidad. Y no te conformes sólo con uno. Hay que valorar diferentes orientaciones, altitudes, pendientes y exposiciones… ¡Vigila los cambios bruscos de temperatura! Un rápido aumento de calor, nuevas precipitaciones, vientos fuertes… son fenómenos que pueden alterar significativamente la estabilidad de la nieve.- Analiza, no sólo el terreno que pisas, sino el que tienes por debajo y por encima. ¿Hay cornisas en las zonas altas? ¿Qué puede pasar si se rompen? Recuerda que ante una zona expuesta sólo debemos exponernos de uno en uno y el resto debemos estar preparados por si fuera necesario ayudar. - ¿Qué sucedería si tuviera un resbalón en esta zona? ¿Podría detenerme? ¿Hay rocas o precipicios importantes? Una cuerda pequeña no debería faltar nunca en nuestro equipo. Vigila la gente que tienes por encima y por debajo.- Si vas a seguir el mismo itinerario de vuelta… inspecciona el terreno por el que descenderás.


 

ras. No menos importante es mirar la previsión meteorológica para ese día y para esa zona, no podemos aventurarnos a una ruta de montaña sin saber qué tiempo va a hacer. Además, es recomendable decirle a algún familiar o conocido la ruta que vamos a hacer, con quién la vamos a hacer y cuándo. Así nos aseguramos de que alguien se preocupa por nosotros por si ocurriera cualquier cosa.

Una vez tenemos claro el recorrido que vamos a hacer y hemos planificado el tiempo de la ruta, es necesario hacer una lista de cosas que nos tenemos que llevar en nuestra mochila, este listado puede variar  levemente según las condiciones climáticas de la zona  a la que vayamos a realizar la ruta.

Calzado: cada ruta exige un tipo de calzado acorde con las condiciones de la misma. Podremos llevar zapatillas normales, zapatillas de montaña o botas de montaña. Es necesario informarnos previamente del tipo de terreno y ruta que vamos a hacer para llevar el calzado más adecuado.

Chubasquero, cortavientos: aunque vayamos de excursión en una zona en la que no se prevé mal tiempo, siempre es recomendable llevar uno de estos elementos para prevenir los posibles cambios de temporal. Llevar un chubasquero nos puede ser de gran ayuda.

Crema solar: aunque no sea verano, el hecho de pasar todo un día expuestos al sol puede ocasionarnos quemadas en la piel. Es importante protegernos en todos los aspectos y este no es menos.

Gafas de sol: igual que con la crema solar, las gafas de sol no se usan sólo en verano. Debemos protegernos los ojos de los rayos UV y esta es la mejor manera.

- Comida y bebida: Es imprescindible llevar algo de comida y bebida en cualquier ruta. En cuanto a la comida, las opciones son múltiples. En  lo que se refiere al agua, deberemos llevar la suficiente según la ruta que hayamos escogido, es importante llevar la cantidad que vayamos a necesitar, pero también saber administrarla.

Bolsa de plástico: la bolsa de plástico nos va a servir para depositar todos los residuos que vayamos generando. Es muy importante no dejar ningún residuo en la montaña, por ello, es imprescindible llevar una bolsa donde poder guardarlos hasta encontrar un contenedor.

Mapa, GPS, brújula, guía: necesitamos tener algún elemento de referencia para no perdernos. Un mapa, una brújula, un GPS o una guía nos pueden ser de gran utilidad en momentos de desorientación o también para asegurarnos que estamos cogiendo el camino correcto.

Botiquín: llevar un pequeño botiquín con los elementos más básicos nos puede librar de muchos problemas. En medio de la montaña cualquier tropiezo nos puede ocasionar un grave problema. Llevar un botiquín encima es más que recomendable.

- Frontal o linterna: aunque si calculamos bien las horas de recorrido no nos cogerá el anochecer, es importante llevar un frontal o una linterna por si se nos hiciera de noche poder continuar la ruta hasta llegar a un lugar de parada o final de ruta. Si son de pilas, es necesario llevar recambio.

Ropa de recambio: dependiendo de la ruta que vayamos a realizar, la ropa de recambio nos puede evitar pasar todo un día mojados. Llevar ropa de recambio siempre nos puede ser útil.

Teléfono móvil: llevar el móvil bien cargado de batería es imprescindible, no sólo para guardar la ruta en el GPS sino también por si es necesario hacer una llamada de emergencia.

- Navaja: son muchos los excursionistas que no salen de casa sin su navaja. Una navaja nos puede ayudar en multitud de ocasiones en medio de la montaña. ¡No la olvides!

 

 

 

Bastón: un bastón nos puede ayudar en determinadas subidas y bajadas, para cruzar un río o pasar entre rocas. Además, usar el bastón alivia el peso de las piernas por lo que supone un gran ahorro de energía.

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